Como millones de personas en España, usábamos apps de citas. Y como millones, estábamos hartos. No del concepto de conocer gente online—eso tiene todo el sentido del mundo. Estábamos hartos del cómo funcionaban estas apps.
Era 2023, y las apps de citas se habían convertido en catálogos interminables de fotos. Swipear se sentía como comprar en Amazon: superficial, agotador, vacío. Y encima, si no pagabas, tu perfil quedaba invisible. El mensaje era claro: "Paga o no tendrás éxito".
